No por miedo a errar, vas a dejar de jugar (Pedro Arvizu)

Es increíble todo lo bueno que nos enseñan las películas.. Lo sé, si has visto la película Cenicienta pensarás que voy a postear sobre ella, pero no, observa.

Hoy fué un día como cualquier otro, pude haber salido a pasear o a visitar a alguien pero preferí quedarme en casa.. en especial si quedarse en casa significa ''hablar con él todo el día'', me encanta hacerlo siempre, más ahora que está en Francia.

Todos los días aprendemos cosas nuevas, hoy aprendí algo que se que es muy importante y estoy segura que me servirá toda la vida, y no solo a mi, creo que les servirá a todos.. Me desperté muy temprano hoy y hace varios días, Mario (mi enamorado), me había recomendado ver Rocky (la película), me explicó que era muy hermosa y tenía un muy buen mensaje.. al principio no quise porque pensé que era una película violenta y aburrida, pero hoy la ví (talves lo hice solo porque él me lo dijo, pero mientras la iba viendo me interesaba cada vez mas, creo que las cosas importantes te las enseñan personas que quieren lo mejor para ti y que verdaderamente te aman). No era lo que pensé, detras de los golpes y daños físicos, uno claramente puede encontrar el verdadero sentido de la película: Esfuerzo, sacrificio, amistad, amor y sobre todo que competir es más que ganar. Lo entendí todo.

Aveces las personas pasamos por etapas en la vida que nos llenan de miedo o temor, es porque no queremos equivocarnos y llegar a sentir eso que nadie quiere sentir, decepción. Tengo un claro ejemplo para esto, la mayoría de las personas aprenden a manejar bicicleta (sin rueditas) desde pequeños, 7 u 8 años talves, pero yo tomé valor a los 12. Dije: ''Papá, enseñame a manejar la bici sin ruedas atraz''.. me fué bien al principio, me sentía emocionada y contenta porque iba por todo el parque con la cabeza en alto manejando como toda una niña grande, pero entonces llega la parte fea.. en la vida van a presentarse ante nosotros infinidad de obstaculos, el mio fue ''un perro''. No quiso atacarme ni nada, pero estaba durmiendo en el suelo y en una zona muy angosta por donde una persona -que ha montado bici toda su vida- podría pasar, pero apenas llevaba manejando unos cuantos minutos y me entró el miedo, cerre los ojos para no ver y lo siguiente que recuerdo es a mi papá levantandome del pasto. Al cerrar mis ojos solté la manija y la llanta chocó con la acera haciendo que yo caiga al pasto que estaba al lado. El precio fué; traumarme, no querer subirme de nuevo y una cicatriz en la pierna; pequeña, pero aún asi me dejó marcada. Volví a intentarlo si, pero después de varias semanas y hasta ahora siento un poco de miedo cuando me subo a una. Si, lo hago, pero ya no puedo confiar en mi misma, el problema soy yo y lo que pienso, no la bicicleta. Creo que algún día podré armarme de valor y volver a manejar como en esos pocos minutos que disfruté; contenta, felíz y segura de mi misma.

Todos en la vida tenemos propósitos, asi los veamos muy lejos e imposibles, tenemos el poder de hacerlos posibles. No hay mejor regalo para uno mismo que la satisfacción por haber intentado algo y haberlo logrado.. y si no, tenemos toda una vida por delante para insistir hasta conseguir lo que queremos ;)

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